miércoles, noviembre 29, 2006


Lentamente froto tu piel
Blanca como las rosas del jardín
Suave y tierna como todo mi querer.

Tus rojas pupilas expresan cansancio
Por verme y quererme
Lloras con el alma
Trastornada y enturquecida te sientes
Tus manos lángidas de querer
Las flores caen en el amanecer.

Tu despertar las alumbraba
Tus sonrisas las alimentaban
Mejillas rojas por tu tristeza
Cortejan la sequedad de sus vidas.

Ahora ya no queda nada
Ha llegado la despedida
Tu muerte se acerca poco a poco
Y yo enloquezco y perezco.

Creo que sabes lo que soy
Creo que me miras a los ojos
Necesito tus mejillas
Me siento solo
Quedaré solo por siempre.

Ahora sé a lo que estás jugando
Juegas a la vida y muerte conmigo
Deseas que todo se quiebre
Ya no quieres vivir más.

Yo sé lo que eres
Un corto capricho de vanidad
Un solo dedo deseabas tocar
Y es por eso que no pudiste matar.

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